Queridas familias: ¡¡¡Llegamos a junio, a finalizar el curso de manera presencial!!! Todo un reto, un esfuerzo, un trabajo bien hecho, si bien es cierto que con algún daño colateral, los confinamientos. Pero a pesar de ello, el colegio, el lugar más seguro. Cuando el día 9 de septiembre iniciábamos el curso, cuanto miedo, incertidumbre llamaban a nuestra puerta, pero a pesar de todo, un educador lleva tatuado en su alma: los desafíos, los retos, los sueños…y la fe en Dios que nos fortalece ante las adversidades.
Durante este curso nos hemos visto mermados de muchos abrazos, achuchones y arrullos…pero hemos aprendido a sonreír, a hablar, a abrazarnos desde el corazón con los ojos y muchos emoticones que nos han ayudado a expresarnos desde el alma. Y sobre todo hemos aprendido que somos muy frágiles y que necesitamos de los demás para ser nosotros mismos.
El próximo curso, la ESPERANZA empieza a abrir grandes ventanales a la vida y nosotros queremos colaborar con ella TENDIENDO PUENTES DE ESPERANZA. Ese será nuestro lema.
Gracias por tomar conciencia de que nos necesitamos, que nunca quien camina a nuestro lado nos puede ser indiferente y a seguir cuidándonos, con responsabilidad, porque seguimos viviendo en pandemia. El verano nos ofrece la posibilidad de crecer en familia y de descubrir muchas facetas de la vida juntos.
Nos vamos a descansar, ¡¡¡lo necesitamos!!! el curso no ha sido fácil, por eso necesitamos reponernos del largo camino, para comenzar con fuerzas renovadas y acogiendo a la ESPERANZA CON TODA PASIÓN.